Para los fans del fútbol, el 16 de noviembre de 2023 será recordado como el día en que Colombia hizo realidad un viejo anhelo: ganarle por primera vez a Brasil en la eliminatoria. Así como recuerdo lo que pasó el 5 de septiembre de 1993 —el día del 5-0 a Argentina— lo hecho por nuestra selección, el jueves pasado, me será inolvidable.
Con el gol tempranero de Brasil se presagiaba lo peor. El reloj no había mostrado el minuto 4 y ya Colombia se veía abajo en el marcador. Desde el pitazo inicial, los pentacampeones del mundo salieron a arrollar e incluso, antes de la anotación de Martinelli, tuvieron una opción clara de gol con un cabezazo de Vinicius que, por fortuna, se fue por encima del travesaño. La intensidad con la que arrancó el equipo visitante nos tomó por sorpresa. Fue un inicio sufrido.
No me cuento entre los que pretenden minimizar el triunfo de la selección con el argumento de que este Brasil es un equipo débil. Hay más de 1.200 futbolistas brasileros por todo el mundo; muchos de ellos militan en los clubes más importantes de Europa y cuestan una fortuna; podrían armar, sin problemas, tres selecciones muy competitivas y todas llenas de figuras. Con los jugadores que sean, Brasil siempre será Brasil y nunca será fácil derrotarlo. Por tanto, ahora que, por fin, le ganamos no podemos restarle valor al logro conseguido.
Anteriormente habíamos vencido a Brasil, pero no en el camino hacia un mundial. Frente al televisor, hacía tiempo no cantaba un gol con tanta euforia como lo hice en la segunda anotación de Lucho Díaz para el 2-1 definitivo. La manera como le gana la posición al lateral, la forma como ataca el espacio y la potencia con la que cabecea es propia del crack que es.
Colombia ganó bien ante una selección que también nos hubiera podido ganar, pues el partido fue abierto. Los jugadores dejaron el alma en la cancha. Se corrieron riesgos al debilitar la contención en el medio campo, pero era la única forma de ir por el partido. Los cambios hechos por el técnico funcionaron a la perfección. Lorenzo sigue demostrando su capacidad y lo acertado a la hora de leer los partidos. Por algo sigue invicto con la tricolor (lleva 13 juegos sin perder). Este martes nos veremos las caras con Paraguay. Colombia llega a Asunción con viento en la camiseta y la moral bien alta. Creo que nos traeremos los tres puntos.
El partido también nos sirvió para ver el gran momento futbolístico por el que pasan varios de los nuestros. A parte de Lucho Díaz —que fue el mejor de la cancha— y James y Camilo Vargas, que vuelven a lucir, destaco a tres jugadores: Kevin Castaño, que en gran parte del juego fue el único volante con funciones de marca y lo hizo notablemente; Cristian Borja, que hizo el magistral centro para el primer gol de Lucho y Daniel Muñoz, que con el transcurrir de los minutos se fue afianzando y se hizo importante en defensa y ataque.
Me encantó la victoria de Colombia y en particular, por la forma como se consiguió. Empezamos perdiendo con un gol de camerino y nos tocó remar desde atrás. Pero con amor por la camiseta, carácter, valentía y, sobre todo, fe, se consiguió revertir el marcador. Acabamos con una paternidad de más de 70 años. Triunfo histórico que es un bálsamo para el país que, en estos tiempos, vive sumergido en la incertidumbre.
Me alegra enormemente que Lucho Díaz, que vivió un infierno en las semanas previas al partido, hoy celebre la victoria de su selección gracias a sus dos golazos y, lo mejor, teniendo a su papá cerca.
Remate al Arco. Por cábala, Néstor Lorenzo, durante los partidos siempre viste camisa vinotinto y saco gris oscuro, así sea en el fuerte calor de Barranquilla. Ojalá cuide muy bien estas prendas y las siga vistiendo, así se deshidrate
Así es Jorge, para mí tambien este partido pasa a la historia del futbol colombiano y a esa lista agrego el famoso "4 - 4" en el Mundial de Chile contra Rusia, y el recordado por casi todos los colombianos el "1 - 1", frente a Alemania en Italia '90 y que ese fue el único partido que no ganó Alemania en ese Mundial. Saludos
ResponderBorrarHola Pedro. Agregaría: el 5-0 a Argentina en 1993, el 1-0 a México que nos dio la Copa América en 2001 y el 2-0 a Uruguay en 2014, que nos permitió pasar a cuartos de un mundial, por primera vez en la historia.
ResponderBorrar