Habida cuenta de nuestra democracia, cualquier colombiano —obviamente, que cumpla con los requisitos de ley— puede aspirar a un cargo de elección popular, desde edil hasta presidente de la república. La prueba de ello es que, en la contienda electoral de octubre pasado, salieron elegidas personas ajenas a la política tradicional. En particular, me quiero referir a tiktokers, instagrammers y youtubers que llegan a concejos municipales debido a que convirtieron a sus followers en electores. Si tenemos en cuenta que hicieron su campaña desde lo digital, queda demostrado que las redes sociales funcionan perfectamente como plazas públicas.
Entre los influencers que ganaron una curul al concejo hay varios que me llamaron la atención. Inicio con Edinson Forero, a quien sus seguidores llaman “Fuchi”. Desarrolló su campaña para el Concejo de Bogotá principalmente en TikTok, donde tiene más de 86 mil seguidores. Es líder de los moteros y con el fin de exigir beneficios para su gremio ha organizado “hermosos” bloqueos de las calles capitalinas.
Otro nuevo concejal es Angelo Schiavenato quien se volvió famoso porque atropelló con su carro a unos ladrones que intentaron robarlo, lo cual hizo que la ciudadanía lo elevara a la categoría de héroe. Su única estrategia política consistió en subir videos a TikTok y YouTube. Esto le significó más de diez mil votos, suficientes para alcanzar una curul al Concejo de Bogotá.
Durante el estallido social de 2021, circuló un video en redes, en el cual un hombre salió a las calles de Cali, pistola en mano —no solo para exhibirla sino para usarla— Fue acusado de dispararle a los manifestantes. Este hombre se llama Andrés Escobar y bajo el paraguas del Centro Democrático fue elegido como concejal de la capital vallecaucana.
Aunque es injusto emitir un juicio anticipado, dudo que hagan una buena gestión en sus respectivos concejos municipales. Lo digo en buena parte, porque en el pasado personas que se volvieron concejales de la noche a la mañana, no tuvieron buen desempeño y pasaron por los cabildos con más pena que gloria. Recuerdo el caso de Hugo Patiño y Fabiola Posada que fueron concejales de Bogotá, por cuenta de la popularidad que les dio el programa de televisión Sábados Felices. En un debate en el Concejo contra Codensa –hoy Enel— Patiño pidió la palabra, dijo una bobada, como lo hace cuando interpreta a su personaje Anselmo, y se retiró del recinto. Con su breve y estólida intervención aseguró los honorarios de esa sesión. Peor, todavía, lo de la “Gorda” Fabiola que no solo contenta con llevar a sus hijos menores a la sesión —nunca entendí porque los dejaron ingresar— comió durante todo el debate. Sin ninguna discreción, se despachó ávidamente varios paquetes de chicharrones y papas fritas.
Volviendo a los señores “Fuchi”, Schiavenato y Escobar no sé si tienen la preparación, capacidad, conocimiento de la ciudad y entendimiento de cómo funciona el concejo para hacer una buena labor. Ojalá lo hagan bien, aunque algo me dice que no es que tengan mucha vocación de servicio y que no se destacarán por presentar muchos y convenientes proyectos de Acuerdo. Lo que creo es que aprovecharon su exposición mediática para pasar de las redes sociales a la política y con ello, buscar beneficio propio.
Remate al Arco. Al paso que vamos, no sorprendería que muchos influencers se volvieran actores políticos. Si Daneidy Barrera, más conocida como Epa Colombia, se lanzara a la alcaldía de Bogota, no hay duda de que saldría electa, en el evento de que sus seguidores la respalden. De los más de 5.2 millones de seguidores que tiene en Instagram, supongamos que una tercera parte puede votar y lo hace en Bogotá, con lo cual tendría 1.7 millones de potenciales votantes, suficientes para sentarse en el Palacio Liévano. Como para salir corriendo.
Las redes sociales llegaron para quedarse y se volvieron la fuente de información para toda clase de temas. Le faltó mencionar a Lucho embolado, que hasta telenovela le hicieron. GCM.
ResponderBorrarBurn comnraio
ResponderBorrarBuen conentario
ResponderBorrarDe acuerdo. Aunque Angelo Schiavenato es abogado, tiene su propia oficina jurídica y ha ganado varios casos importantes. No tiene experiencia en política pero aparentemente conoce bien el mundo del derecho, lo cual le daría herramientas para ejercer su función. Saludos desde Marruecos.
ResponderBorrarCoincido contigo. Antes de escribir la entrada, leí un poco sobre cada uno de estos nuevos concejales. En este caso, el punto es como las redes sociales jugaron un papel fundamental para que llegara al concejo. Si Schiavenato no hubiese tenido tanta exposición mediática por el suceso en el que se vio envuelto, seguramente no habría logrado la curul.
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