El de Catar fue un mundial vibrante de principio a fin y cargado de resultados inesperados. No recuerdo una final tan palpitante como la que vimos hoy. Ninguna selección ganó de camiseta, los equipos chicos jugaron sin complejos frente a los grandes y algunos alcanzaron triunfos, contra todo pronóstico. Sin duda, la revelación fue Marruecos, el primer equipo africano en jugar las semifinales. El título de Argentina, que desde antes del mundial fue mi selección favorita para ganarlo, fue justo, luchado y sufrido, pero bien logrado. Conozco algunas personas que hicieron fuerza por Francia, o igual por el que hubiese sido rival de la albiceleste, con tal de que Argentina no quedara campeón. Esto me recuerda, en cierta forma, lo que pasa en nuestro entorno político: para evitar que gane un determinado candidato se vota por su contendor, así no nos guste del todo, lo cual es perfectamente válido.
En lo personal, me alegra que Argentina haya salido campeón, no solo por ser un país suramericano y por haber acabado con la supremacía europea, si no, en particular, por Lionel Messi. No he sido su fan y a veces, tanto elogio desmesurado y empalagoso para el 10 argentino, me fastidia un poco. Aun así, pienso que, como lo demostró en este mundial, sigue siendo un jugador brillante y excepcional y que la Copa Mundo es el justo premio a su exitosa carrera de dos décadas. Messi, merecidamente, ganó el mayor reconocimiento para un futbolista y se aseguró un lugar en la historia, como uno de los mejores. No existe otro logro que reporte tanto prestigio como ganar un mundial. Es una gloria inmarcesible, como dice nuestro himno nacional.
Siendo el fútbol un deporte de conjunto, me parece que no está bien atribuirle a un solo jugador un título mundial; sin embargo, lo hecho por Messi fue definitivo para alcanzarlo. Sin su genialidad muy seguramente Argentina no habría obtenido la Copa. Aunque, en justicia, hay que reconocer lo hecho por todo el plantel, que supo sobreponerse a la derrota en su primera salida y fue de menos a más, hasta llegar a la final y vencer a Francia en los cobros desde el punto penal. Los futbolistas argentinos tienen eso, se crecen ante la adversidad. Es como si tuvieran en su ADN algo que los mantiene siempre competitivos, que hace que no se den por vencidos fácilmente y que los impulsa a jugar con el alma para obtener la victoria contra viento y marea. Creo que esta característica, más que otra cosa, es admirable.
Amo el fútbol desde que me conozco y la Copa Mundo es lo más maravilloso que nos ofrece este bello deporte. Mi vida la refiero a partir de sus cortes cuatrienales y cuando miro por el retrovisor, recuerdo para cada mundial un momento específico de mi vida: si estaba en el colegio o en la universidad, que novia tenía, en que empresa trabajaba, si ya estaba casado o qué edad tenían mis hijas. Me es inevitable correlacionar lo que ha sido mi vida con cada Copa Mundo. La ilusión y felicidad que me genera el inicio de un mundial se equipara con la tristeza que siento cuando finaliza. Disfruté la Copa Mundo de Catar y desde ya cuento los días para la próxima. Pensar que faltan 4 años (en esta ocasión, tres y medio), me deprime un poco.
Mi esperanza de vida la refiero a los mundiales que me quedan. Le pido a Dios que me permita disfrutar, con las facultades mentales intactas, al menos 6 o 7 más. Cuando hago estos cálculos, pienso que, si llego, a partir de ahora, al séptimo mundial, habré cumplido 87 años. En ese momento, le pediré a la enfermera que me cambie el pañal en el entretiempo del partido.
Remate al Arco: Felicito a mi primo Francisco y a su señora Natalia, por haber sido los ganadores de la polla que organicé. Hicieron los mejores pronósticos y se llevaron la bolsa, superando por un punto a mi amigo Gabriel Cardozo. La polla, como el mundial, estuvo emocionante.
Mi estimado y bien apreciado amigo Jorge Luis. Creo que al inicio soy uno de esos amigos que no quería a Argentina Campeón y lo acepto. Tienes razón, también tengo amigos Argentinos que son excelentes personas y tal cual como los describes. También pienso que Argentina fue justo ganador y sacaron fuerzas de dónde no tenían para sostener el resultado ya casi sin aire pero con muchas ganas y mucho pundunor. En su léxico con muchos huevos. Sigo sosteniendo que Argentina sin Messi es otra cosa. Pero tengo que aceptar que hoy jugadores como De Paul, Julián Alvarez, De María, Paredes cuando entró, Dibu, Macalister la dieron toda. También pienso que este Mundial logrado es el de más valor porque, para mí y solo para mí, no hubo dudas con relación a lo logrado en Argentina 78 y México 86. No hubo dudas y tuvo la suerte del Campeón que los acompañó en todo el Mundial. La Suerte también cuenta, pero no opaca su triunfo. Ahora a aguantar el Ego de tanto Argentino y tanto periodista., Sobretodo estos últimos que comparan a Argentina y a Messi con Dios. Con eso no voy. Pero bueno. Este triunfo Argentino demuestra que siempre hay que tenerlos en cuenta. Es un equipo respetable por su valentía y soberbia. Es un equipo de finales y ojalá los jugadores Colombianos, los directivos y los periodistas lo tomen en cuenta para que Colombia cambie y sea nuevamente protagonista en los Mundiales. Un abrazo mi querido Jorge y ahora con la esperanza que Millonarios haga un buen papel en Copa Libertadores y consiga la anhelada estrella 16
ResponderBorrarPilas que las palabras tienen poder, en serio, ¿quieres el entretiempo para el cambio de pañal?
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