Fábrica de Emociones

 


No recuerdo quien dijo que el fútbol es la mayor fábrica de emociones e ilusiones del mundo. Nada más cierto.


El fútbol es más que una disciplina deportiva con millones de seguidores en todo el mundo. Es un maravilloso juego, especialmente entretenido, que se convierte en una expresión cultural; es una industria que mueve decenas de miles de millones de dólares; es un fenómeno sociológico del cual se han ocupado muchos estudiosos del tema. El fútbol, en fin, puede ser muchas cosas, pero, sobre todo, es pasión. Como deporte colectivo está por encima de todos y despierta las más grandes emociones. Y precisamente por ser tan emocionante se convierte en algo capitalizable, en un negocio altamente rentable que, infortunadamente, se vuelve manipulable.

Para quienes amamos el fútbol, esperamos con paciencia y con gran expectativa el torneo futbolístico más importante del planeta: la Copa Mundo. Aunque no falta quien prefiera la Champions League, lo cual ha suscitado una interesante polémica sobre cuál competición está en un plano superior. Creo que lo mejor es no compararlas, por ser torneos claramente diferentes. Pero si, de toda formas, es menester hacerlo, me quedo con el mundial aun si Colombia no participa. 

En contraste, entiendo que para los jóvenes la Champions les resulta más atractiva que la Copa Mundo. Su efecto mediático, su frecuencia anual y la cantidad de figuras que involucra, ha originado que los clubes importantes de Europa atraigan hinchas de todas partes del mundo. En esa línea, es muy probable que un niño colombiano recite la alineación del Real Madrid o del PSG; pero no pueda dar 5 jugadores del Pasto o de Alianza Petrolera; o que prefiera lucir la camiseta de su club europeo que la de su equipo de la liga local. Esa es la globalización del fútbol.

Soy consciente que la Copa Mundo, quizá, no tiene el nivel de competencia de la Champions League, en la que se enfrentan los mejores clubes de Europa, que al estar conformados por los futbolistas élite del planeta, se convierten en selecciones Resto del Mundo. En una alineación del Real Madrid, equipo del cual soy simpatizante, conté en una ocasión, nueve nacionalidades diferentes, hecho que no es caso aislado, pues la mayoría de los clubes importantes de Europa, con el respaldo de poderosas chequeras, salen de compras por el mundo para fichar los mejores jugadores en cada posición. Además, para un mundial los jugadores no llegan en la mejor forma física debido al desgaste en sus respectivas ligas y los técnicos no tienen mucho tiempo para trabajar las selecciones como si lo tienen los entrenadores de los clubes.

De cualquier forma, soy un convencido que el mundial es el culmen de las competiciones que tiene el fútbol y la fascinación que suscita se debe, entre otras cosas, a que es una caja de sorpresas. En una Copa Mundo, con relativa frecuencia, se dan resultados absolutamente impredecibles. En una mala tarde, una selección, así sea favorita, puede quedar ad portas de la eliminación o por fuera de la competencia al perder con un rival, que, en el papel, se veía inferior. Recordemos a Brasil del ’82, el mejor conjunto del torneo, con jugadores inolvidables como Zico, Falcao, Junior o Sócrates y super favorito para ganar la copa. Se enfrentó a Italia y perdió 3-2, quedando por fuera del campeonato. Y para no ir más lejos, en el marco de la Copa Mundo de Catar, Arabia Saudita derrotó a la Argentina de Messi, una de las selecciones favoritas para alzarse con la copa y de paso, terminando con el invicto de 36 partidos que tenía la albiceleste sin conocer la derrota. Por su parte, Japón dio buena cuenta de Alemania, los tetra campeones del mundo, al remontar el marcador y terminar ganándole 2-1. Y Costa Rica, que había sido goleada por España 7-0, contra toda probabilidad, derrotó a Japón. Que se den estos batacazos es uno de los encantos de la Copa Mundo. En un mundial nada está escrito, no juega la historia y el favoritismo no entra al campo de juego.

Remate al Arco: Me gustan los resultados sorpresa en el mundial, excepto cuando me dañan la polla.

Tal vez te interesen estas entradas

1 comentario

  1. Muy buen artículo Jorge Luis. Aunque para mí y estoy seguro que para la mayoría los periodistas deportivos de todo el mundo (aunque creo que para todos), el Mundial es el evento más importante del deporte y está por encima de la Champions; es más, recuerdo una publicación que dijo que los 3 eventos más importantes son: 1o. El Mundial, 2o. Los Juegos Olímpicos y 3o. La Champions

    ResponderBorrar