James: Más Pasado Que Presente

 



Empiezo por decir que James Rodríguez es el futbolista más importante que ha dado Colombia en toda su historia y uno de los más talentosos que han vestido la camiseta de nuestra selección. No digo que es el mejor, porque ese rótulo, para mí, lo sigue teniendo Willington Ortiz.

La primera vez que vi a James fue en el mundial Sub-20 de 2011, que se realizó en nuestro país y al cual tuve la fortuna de asistir. Lo que más me llamó la atención fue la facilidad con la que generaba juego y las ganas que le ponía a cada partido. Se notaba que daba todo de sí.

He visto a James ingeniarse una jugada y dejar a un compañero mano a mano con el portero rival, driblar a varios adversarios y anotar con maestría o hacer un gol espectacular de tiro libre o de volea. En la Copa Mundo Brasil 2014 vi la mejor versión de James. Fue el cerebro del equipo, estuvo considerado entre los 10 mejores jugadores del mundial y salió goleador del certamen, que no es una cosa menor. Además, el gol que le marcó a Uruguay, en octavos, fue considerado el mejor, hecho que le valió el premio Puskas. En buena medida, el histórico quinto puesto de Colombia en ese mundial, fue gracias a él.

Ahora bien, la pegunta que nos hacemos todos es ¿por qué si tenía el talento y la categoría para triunfar en las principales ligas de Europa, no lo hizo? Las causas parecen insondables. Lo cierto es que el 10 del Real Madrid, por el cual la Casa Blanca pagó 75 millones de euros, fichaje récord para un jugador colombiano, terminó desvalorizándose y cedido (sin costo), al Everton. No podemos desconocer que la carrera de James, en los últimos años, lamentablemente, viene en descenso; por lo cual, volver a las ligas top de Europa es improbable y más aún, con las reiteradas lesiones que lo acompañan. Con la selección, en la pasada eliminatoria, no le fue bien. Su aporte fue pobre, tuvo una actuación discreta y le vimos un fútbol descafeinado que decepcionó. Pese a esto, el país entero le cayó a Rueda cuando no lo convocó para algunos partidos, demostrándose que Colombia adora a James y siempre quiere verlo en la selección, así esté muy por debajo del nivel que le conocimos.

Para los partidos amistosos con Guatemala y México, me sorprendió que Néstor Lorenzo hubiese incluido a James y más aún, que fuera titular. Si tenemos en cuenta que está recién llegado al Olympiacos, lo prudente habría sido observar su rendimiento en el nuevo club y darle un compás de espera para que retome el fútbol competitivo que sólo lo dan los partidos por puntos. Ser futbolista activo no es firmar el contrato, lucir la camiseta del club para la prensa y postear fotos en redes sociales. Es sumar minutos en la cancha, demostrar que se está vigente y en forma, y que se mantienen las capacidades de juego.

Al margen del gol que James le marcó a Guatemala, fue evidente que le hace falta ritmo de juego y estado físico. No estaba para ser titular de la selección, al igual que Falcao y, posiblemente, Cuadrado. James llegó al partido contra Guatemala sin fútbol, sólo había jugado 25 minutos en los últimos seis meses (imposible que rindiera); Falcao no es titular en el Rayo, juega los 10 ó 15 minutos finales y Cuadrado tiene altibajos en la Juventus que ponen en duda su continuidad en el club. De cualquier modo, si lo que se quiere es alinear siempre a James y los demás “históricos”, no por su presente si no por lo que nos han dado y han significado para la selección, sería una muestra de reconocimiento y gratitud, pero no de sensatez. El criterio para el llamado a la selección no puede ser un pasado glorioso si no un buen presente. En esa línea, los jugadores que se convoquen deben ser los que estén en su mejor momento futbolístico y tengan un alto rendimiento en sus clubes. Pero si no están en condiciones óptimas, ellos mismos, en un acto de profesionalismo, son los llamados a declinar la convocatoria. En un momento dado, es mejor abstenerse de integrar la selección que exponerse ante la afición y ser objeto de la crítica inmisericorde de la prensa.

Por el bien del fúbol colombiano y del mismo futbolista, quiero que James vuelva hacer el crack que brilla en cada partido. Creo en él, tiene todavía mucho que dar y confío que volverá a ser el jugador de técnica exquisita que todos admiramos y aprendimos a querer. Pero si, por el contrario, sigue sin tener el nivel necesario para estar en el combinado nacional, pienso que no debe ser convocado. Hasta donde sé el puesto en la selección no se lo han escriturado y como todos los demás, debe hacer méritos para ganárselo.

Remate al Arco: De la mano de Michel, el nuevo entrenador del Olympiacos, espero que James retome su buen fútbol. Michel tiene “el toque”, o si no que lo diga el Pibe.





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2 comentarios

  1. También he sido fiel admiradora de nuestro querido James y su talento ha sido innegable.
    Pero también reconozco el bajo nivel que viene mostrando no sólo ahora , hace rato diría yo y sin hurgar en las causas que lo originan.
    Y estoy totalmente de acuerdo con su concepto de que si sus condiciones no son las mejores para formar parte de nuestra. Selección Colombia no debe ser convocado .

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  2. Pues hay varias cositas... La primera es que JR deje de pesar que es una super vedete y se ponga a trabajar en su fortalecimiento muscular ya que las lesiones se derivan de recargar los huesos y tendones... Que deje de hacer caras y que cambie el enfoque de sus reds sociales o que cambie el futbol por el fitness... Deje de hacer muecas y que no se conforme con poco. Quiero y confío en que suba su nivel como antes.

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