Se avecinan tiempos difíciles para el
sector empresarial colombiano. Se vislumbra un panorama gris para las empresas,
que aún sin superar del todo la crisis económica derivada de la pandemia,
tendrán que enfrentar una posible contracción económica.
En los análisis de diferentes
publicaciones internacionales especializadas en economía, ronda el fantasma de
la recesión y se habla de incertidumbre en los mercados. De hecho, algunos
expertos aseguran que técnicamente Estados Unidos ya habría entrado en
recesión. Así mismo, el Fondo Monetario Internacional advierte que los tres
motores económicos del mundo (Estados Unidos, China y la Unión Europea), se
están frenando y esto está teniendo importantes consecuencias para la economía
mundial.
Colombia no es ajena a esta situación y
podría sufrir un desplome de la inversión, disminución importante del consumo y
contracción general del aparato económico. Esto tendría un impacto relevante en
la realidad de las empresas que están sometidas a múltiples tensiones para
sostener su actividad.
En adición a lo anterior y en el
contexto local, nuestras empresas tendrán que aguantar la presión inflacionaria
que reprime la demanda; altas tasas de financiación; una devaluación disparada
que encarece la deuda con acreedores del exterior y que, además, eleva los
costos de producción si las materias primas e insumos son importados. A esto,
sumémosle la anunciada Reforma Tributaria, que será la más ambiciosa de la
historia en cuanto a recaudo se refiere, y cuyo impacto para el sector
empresarial será de gran consideración, si tenemos en cuenta que le generaría
una carga fiscal más alta. Se prevé que esta reforma eliminará las exenciones
tributarias e incluirá, probablemente, altos impuestos patrimoniales a las
personas jurídicas.
Todo lo anterior pondrá en riesgo la
continuidad de las empresas. En un escenario pesimista, las podría conducir a
su desaparición por cuenta del impacto en su flujo de caja. Un periodo
prolongado de iliquidez les traería serias dificultades para atender la
operación y a su vez, les imposibilitaría cumplir con los pagos de las
obligaciones financieras, sobre todo, si son créditos en
dólares.
Para nadie es un secreto que la
economía colombiana enfrentará complejos desafíos. El nuevo gobierno tendrá que
conjurar los factores externos, dar confianza a los mercados y adoptar medidas
económicas que protejan el sector productivo. Las empresas, por su parte, no
podrán ser simples espectadoras y esperar que estas medidas sean su tabla de
salvación. Su principal reto será prepararse para la crisis y para ello, es
fundamental implementar planes de acción para proteger su flujo de caja.
Por lo regular, para mejorar la
liquidez, las empresas se concentran en tratar de aumentar los ingresos y en
esa vía, canalizan todos sus esfuerzos en potencializar sus ventas,
desestimando la opción de disminuir sus costos y gastos. Esto simplemente
ocurre porque las empresas no saben cómo reducirlos de manera adecuada y
razonable.
La disminución de costos y gastos de
una empresa no es una tarea menor y no se puede hacer por arte de
birlibirloque. Debe hacerse mediante un proceso articulado y metódico que no
admite improvisaciones, pues de no hacerse inteligentemente traerá más efectos
negativos que positivos. No se puede caer en la trampa de acudir a medidas
facilistas como el recorte de personal o la utilización de materias primas más
baratas, en detrimento de la calidad de los productos y poniendo en peligro la
imagen de la empresa.
En virtud de lo
anterior y en prospectiva, las empresas, especialmente las medianas y pequeñas
que generalmente tienen poco músculo financiero, deberán enfocarse en el diseño
de estrategias orientadas a optimizar sus costos y gastos, sin que se afecte su
producto o servicio, su reputación u otro aspecto organizacional. El actuar
empresarial, para fortalecer su flujo de caja, debe centrarse en buscar
ahorros, reducir el monto de las erogaciones recurrentes y detectar costos
ocultos, entre otras acciones. Todo será más llevadero si hay caja. Pero si,
por el contrario, no se tiene liquidez no habrá como asegurar el giro normal
del negocio ni se podrán enfrentar las consecuencias de una economía contraída.
La viabilidad económica de las empresas estará en función de la caja que sean
capaces de generar.
El eterno problema macro económico mico de decidir entre empleo, inflación y hambre. Como atenuantes tenemos para Colombia la independencia del Banco de la República que puede palear la inflación elevando las tasas de interés y liberando dólares para conjurar la volatilidad del dólar.
ResponderBorrarLa esperanza de una reforma tributaria que no cree nuevos impuestos si no que persiga la evasión y disminuya los atajos de la elusión.
Algunos analistas son optimistas y ven en Colombia potencial incluso a contrapelo de la recesión mundial subiendo además su PIB con un comportamiento contrario a la recesión y como destino de nuevos inversores extranjeros y reactivando valdios y tierras improductivas. Crucemos los dedos.
Totalmente de acuerdo. Se avecina una recesión económica a nivel mundial y las empresas sobre todo las Pymes y Mpymes que deberán enfrentar una nueva resiliencia económica Post-pandemia, que entre otras cosas, no ha llegado a su fin.
ResponderBorrarPara ello deben tomar las acciones necesarias y ser muy precisas y reales en sus Target y proyecciones financieras para mantenerse en el mercado de una manera sustentable y sostenible.
La situación económica no va a ser tan fácil para los empresarios, y consumidores, considerando aún las variables económicas y políticas a nivel mundial. Tasas de interés, inversión extranjera, precios de los alimentos, inflación a nivel mundial, devaluación, desabastecimiento, baja producción, desempleo entre muchas otras variables que afectan la producción y el consumo en la economía.
Es verdad que las empresas tienen que poner el ojo a la protección de su Casa Flow que finalmente es el que da el sustento para lograr sus objetivos y sostenerse en el mercado.
Una buena estrategia se centra en la consecución de ahorro en Costos y gastos y la detección de nuevos ingresos. Para ello, existen empresas de Consultoría expertas en el tema. Cito a Óptima Consultores Empresariales SAS, firma de Consultoría que mediante su propia metodología, ayuda a las empresas Pymes y Mpymes al logro de ahorros y detección de nuevos ingresos. www.optimaconsultoresempresariales.com.co
Magnífico comentario, las compañías pequeñas y medianas ya están sufriendo la falta de liquidez, la situación no es fácil , la incertidumbre continúa con un gobierno que no dice las cosas como son claramente , solamente divaga y amenaza.
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