En Defensa del Presidente Duque



Hace un poco más de quince días, el medio digital Cuestión Pública reveló un audio en el cual María Fernanda Cabal se refirió a Iván Duque en términos ofensivos. Aunque no es la primera vez que la senadora del Centro Democrático arremete contra el presidente, recordemos que anteriormente lo tildó de mamerto y ha descalificado duramente su gobierno; en esta ocasión, utilizó palabras insultantes.

 

Adjunto (en la parte superior), el audio en el cual la congresista, en una conversación telefónica con un militar retirado, critica duramente tanto al presidente Duque como al comandante del ejército, el general Eduardo Zapateiro. En el mencionado audio, se le escucha decir: 

 

“Zapateiro es un desastre, todo el mundo lo sabe menos este gobierno, que usted sabe que este gobierno nos tiene ad portas de una catástrofe, con ese gordo marica viajando por el mundo con 150 personas de comitiva (...) todo vuelto mierda".

 

Podemos criticar a Duque por su pésima gestión e incluso calificar su gobierno como el peor de los últimos tiempos; podemos sostener, además, que le faltó experiencia, capacidad y competencia para manejar el país y que es un mentiroso porque no cumplió con lo prometido en campaña y, también podemos decir, que terminó haciendo lo mismo que le criticó a Santos; pero lo que me parece inadmisible es que María Fernanda Cabal se haya referido a él como “gordo marica”. Es una falta de respeto con el presidente de los colombianos. Podría haberle dicho “obeso homosexual” o que era un gay con unos kilitos de más. ¿Qué culpa tiene el presidente de ser buena muela y que por eso las camisas le queden un poquito apretadas? Así mismo, en estos tiempos en donde se comprende y acepta la diversidad, ¿qué necesidad había de sacar a relucir su orientación sexual?

 

Por otra parte, ¿qué de malo tiene que Duque viaje por el mundo con 150 amigos, si lo rico es viajar, precisamente, con los amigos? Si todos caben en el avión presidencial, ¿por qué no llevarlos a pasear? Al fin y al cabo, no es de su plata, es la del Estado. Para mí, Iván Duque es un adelantado que, según el concepto “franciamarquiano”, puso a sus amigos a “Vivir Sabroso”: Les dio puesto en su gobierno así tuviera que inventarse Altas Consejerías, los invitó a viajar por el mundo en avión presidencial y, como si fuera poco, los condecoró. Definitivamente, es un buen amigo de sus amigos.

 

No lo critico por incluir en sus viajes un gran número de amigos; ni modo que invite a sus enemigos. Quizá en sus salidas al exterior puede sentirse un poco sólo y creer que no tiene con quien conversar. Por eso se asegura, y de qué manera, de tener con quien charlar mientras come alguito (una empanadita o un pandebono). Además, creo que le gusta tomarse fotos de recuerdo con todo el parche, lo cual es entendible.

 

Ahora, que la senadora Cabal diga que todo está vuelto mierda, pues es un decir. No creo que por el hecho de que el déficit fiscal, que recibió en 30.3 billones, lo haya llevado a más de 83 billones; o porque se haya dejado tomar la delantera por los grupos al margen de la ley; o porque, aparte de haber hecho muy poco por la paz, haya dejado que cerca de 500.000 millones destinados para los PDET, terminaran en manos de los corruptos; sean motivos para hacer tal afirmación. Son asuntos menores que incluso podemos llamar gajes del oficio.

 

 

 

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