A diferencia de lo que pasó en la carrera, en el colegio fui un estudiante sobresaliente. Mi promedio académico siempre estuvo entre los más altos del curso. Con cierta frecuencia algunos amigos me invitaban a su casa para que les ayudara a hacer las tareas. En una ocasión, me invitaron un par de compañeros a la casa de uno de ellos, para resolver unos ejercicios de álgebra. Esto me sorprendió un poco. En primer lugar, no éramos cercanos y, en segundo, era claro que no buscaban mi apoyo porque eran alumnos brillantes, los mejores de la clase.
Era la primera vez que iba a la casa de Edgar González. Recuerdo que quedaba en el barrio La Castellana. Era grande y lujosa. Tenía un jardín interior a un costado del comedor y ahí, en medio de las flores y un poco camuflada, estaba una matica de marihuana, que Edgar, para proveerse, había sembrado a escondidas de su mamá. Fue la primera vez que vi una mata de marihuana. La segunda, fue el año pasado en la casa de una amiga muy querida.
Antes de iniciar los ejercicios, mis compañeros, de la manera más natural, armaron un “porro” frente a mí. Luego se retiraron a fumarlo al patio trasero, mientras yo empezaba a resolver los casos de factorización. Como sabían que eso no era lo mío, no me ofrecieron. Tenían claro mi rechazo a la marihuana.
Minutos después y en medio de la “traba” se me unieron para trabajar conjuntamente. La capacidad de análisis y la velocidad con que iban resolviendo las ecuaciones fue asombrosa. No digo que un “bareto” hace inteligente a las personas. De hecho, se sabe que la marihuana tiene efectos nocivos para la salud y hay evidencia científica sobre como su consumo afecta la función cerebral; pero, en este caso, no parecía que fuese así.
Creo en las libertades individuales y, por tanto, pienso que cada persona es libre de pertenecer al club del Cannabis. Así como cada quien toma la libre decisión de fumar cigarrillo o beber licor a sabiendas de que resulta perjudicial para la salud, en su fuero interno puede decidir si fuma marihuana. Y siempre y cuando no contravenga la ley o vulnere los derechos de los demás, es completamente válido. Ahora bien, como padre, no estaría de acuerdo con que mis hijas lo hicieran por la afectación a su salud y, en particular, porque pienso que es la entrada para el consumo de sustancias más fuertes. Y es mejor no abrir esa puerta. De la misma forma, tampoco me gustaría que consumieran alcohol o fumaran, o incluso que vapearan, pues los cigarrillos electrónicos también son tóxicos por las sustancias químicas que contienen. A Dios gracias, sé cómo piensan y lo maduras que son para tomar ese tipo de decisiones.
La que sí fuma marihuana es Susana Gómez, congresista del Pacto Histórico, más conocida como Susana Boreal. Confesó que es consumidora habitual y lo hace todos los días. Como era de esperarse, en un país pacato y doble moralista, le cayeron encima. A mí no me parece una buena Representante, no estaba preparada para llegar al Congreso y el hecho que haya contratado a su pareja en su UTL, sin que cumpliera con los requisitos exigidos para el cargo, evidenció un claro despreció por las normas y procedimientos. Aún con todo esto, no es justo que la estigmaticen por la declaración hecha y no estoy de acuerdo con el bullying que se le ha hecho en redes sociales ni con los ataques en los medios. ¿Cuántos de los congresistas que la censuraron serán también marihuaneros soterrados, alcohólicos o, peor todavía, cocainómanos? Otra cosa sería que ella hubiera reconocido que asiste a las sesiones bajo los efectos de la marihuana. Pero lo que haga en su tiempo libre, por fuera del recinto del Congreso, como parte de su vida privada, no debería someterse a escrutinio público si no afecta su labor legislativa. Lo que sí habría que preguntarle es dónde compra la yerba que consume. Claramente debe ser en el mercado negro, en sitios ilegales, porque hasta donde sé no hay expendios autorizados todavía. ¿Será que en el mismo Congreso hay jíbaros prestos a atender la demanda? Habría que preguntarle no solo a la Boreal si no también al Representante Daniel Carvalho.
Como sociedad, todo lo que se relacione con la marihuana debemos pensárnoslo mejor. En tiempos pretéritos, el alcohol y el tabaco eran prohibidos y en los tempranos años 70 la marihuana, que era un verdadero tabú, estaba destinada para los hippies. Esto ha cambiado. Su consumo se ha acelerado por cuenta de su legalización en algunas partes del mundo. Figuras de la talla de Bill Gates, Barack Obama o Elon Musk han declarado, sin ambages, que fuman yerba. En nuestro país, la Corte Constitucional, reconoció que el consumo de drogas, como la marihuana, es un derecho ciudadano y corresponde al libre desarrollo de la personalidad y la Ley 1787 de 2016, permitió el cultivo y fabricación de productos de esta planta con propósitos medicinales. ¿No será que ya es hora de redefinir los patrones que tenemos como sociedad y dar el paso hacia su legalización con fines recreativos?
Remate al Arco: Nunca he fumado marihuana y así su consumo recreativo se vuelva legal, creo que nunca lo haré. No sé mucho de “porros”, los únicos que conozco son los de Lucho Bermúdez
Bajo ningún concepto, los Congresistas se les debe aceptar que consuman drogas y menos para ir al Congreso a legislar. A los congresistas colombianos les debemos exigir no sólo su honestidad e idoneidad, también ser un ejemplo para la sociedad, especialmente para la niñez y la juventud de nuestro país.
ResponderBorrarA propósito de la congresista “Boreal” debería de dar un paso al costado y renunciar a su curul, por todo el escándalo que desató su entrevista en plena traba en su oficina del congreso!
Creo que también conozco la matica de la amiga querida. Concuerdo contigo en el derecho a la privacidad, al libre desarrollo de la personalidad, a qué no nos gusta la congresista. Solo aportaría que cada vez es más evidente el poder ancestral y medicinal del Canabis, que como sociedad deberíamos conocer y aprovechar más este recurso y no estigmatizar su uso.
ResponderBorrarEsas libertades para cruzar la linea entre lo legal y lo correcto son para una sociedad educada en principios y valores!!!
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