Pasaron casi 5 años para que Millonarios volviera a levantar una copa. El miércoles pasado, en una exhibición de buen fútbol, los dirigidos por Alberto Gamero derrotaron a Junior por 2-0 y conquistaron la Copa BetPlay 2022.
No creo que los triunfos en el fútbol se obtengan por merecimiento. Sin embargo, pienso que este logro de Gamero es un justo premio al trabajo que viene haciendo desde que llegó a la institución azul. Su proyecto deportivo, que inició hace casi 3 años, empezó a dar sus primeros frutos. No bastaba con el hecho de que los albicelestes jugaran bien y fueran reconocidos como el mejor equipo, había que conseguir un título y de paso, callar a sus detractores.
Si bien Millonarios mantuvo un rendimiento alto durante buena parte del torneo, lo que le permitió alcanzar y sostener el primer lugar de la tabla de posiciones, durante varias fechas; tuvo un bache de 8 juegos consecutivos en los cuales no pudo ganar, generando descreimiento sobre sus capacidades. Lo paradójico es que con sus dos últimas victorias cambió completamente el panorama: la primera, la de hace ocho días, frente a Alianza Petrolera, lo clasificó a los cuadrangulares de la Liga y la del miércoles pasado, lo sacó campeón de la Copa. En otras palabras, los juegos en los que Millos no consiguió ganar, a la postre, no terminaron perjudicándolo y afortunadamente para sus intereses, los puntos perdidos no le hicieron falta para clasificar. El plantel supo sobreponerse a esa mala racha, sacó su jerarquía y en la final se vio revitalizado, como si su crisis de resultados nunca hubiese existido.
Con el título, Los Embajadores aseguraron su participación en la Copa Libertadores (primera fase). Además, esta conquista le da a Millonarios un gran impulso anímico. El equipo llega fortalecido a jugar los cuadrangulares de la Liga y por lo visto, en los dos últimos partidos, parece haber reconvertido su buen fútbol.
No quiero parecer inconforme y mucho menos demeritar el logro obtenido, pero creo que el verdadero objetivo para Millonarios debe ser ganar la Liga. Claro que, como hincha, se celebra un nuevo título, el cual quedará en el palmarés del club, pero no podemos desconocer que este es un torneo con un valor inferior. Lo que verdaderamente importa es ganar la Liga y alcanzar una nueva estrella. Desde luego que no será nada fácil, pues la competencia está muy pareja; de hecho, la diferencia entre el primero y el octavo de los equipos clasificados, fue de solo 3 puntos. Aun así, Millos tiene con qué llegar a la final. Espero gane la Liga y pueda bordar la estrella 16 en su escudo. Sería una espectacular moñona.
Remate al Arco: Aplaudo la actuación de David Macalister Silva, capitán Embajador, no solo por el gol en la final, si no por lo hecho durante todo el torneo. Destaco su talento, entereza, compromiso y sacrificio. Se le nota el amor por la camiseta y en cada partido lo deja todo en la cancha. Ojalá tuviéramos jugadores así en la Selección Colombia.
Con el título, Los Embajadores aseguraron su participación en la Copa Libertadores (primera fase). Además, esta conquista le da a Millonarios un gran impulso anímico. El equipo llega fortalecido a jugar los cuadrangulares de la Liga y por lo visto, en los dos últimos partidos, parece haber reconvertido su buen fútbol.
No quiero parecer inconforme y mucho menos demeritar el logro obtenido, pero creo que el verdadero objetivo para Millonarios debe ser ganar la Liga. Claro que, como hincha, se celebra un nuevo título, el cual quedará en el palmarés del club, pero no podemos desconocer que este es un torneo con un valor inferior. Lo que verdaderamente importa es ganar la Liga y alcanzar una nueva estrella. Desde luego que no será nada fácil, pues la competencia está muy pareja; de hecho, la diferencia entre el primero y el octavo de los equipos clasificados, fue de solo 3 puntos. Aun así, Millos tiene con qué llegar a la final. Espero gane la Liga y pueda bordar la estrella 16 en su escudo. Sería una espectacular moñona.
Remate al Arco: Aplaudo la actuación de David Macalister Silva, capitán Embajador, no solo por el gol en la final, si no por lo hecho durante todo el torneo. Destaco su talento, entereza, compromiso y sacrificio. Se le nota el amor por la camiseta y en cada partido lo deja todo en la cancha. Ojalá tuviéramos jugadores así en la Selección Colombia.