La Caída del Dictador de Venezuela

 



Una fuerza estadounidense, a bordo de un helicóptero de combate, aterriza en la azotea del Palacio de Miraflores, sede del poder presidencial de Venezuela. No son ni media docena de hombres, pero su experiencia militar y entrenamiento táctico basta para sobrepasar, a sangre y fuego, el esquema de seguridad del palacio. La guardia bolivariana, incapaz de repeler la invasión, permite que el escuadrón llegue hasta el despacho del presidente. Afuera, cientos de manifestantes opositores intentan derribar las rejas de la entrada principal. El pueblo, cansado de un gobierno corrupto y autoritario, parece dispuesto a hacer justicia por su propia cuenta.


Se podría pensar que esta es una crónica adelantada de lo que pronto podría ocurrir en el país vecino, como desenlace de las tensiones entre Washington y Caracas. Pero no. Es apenas una de las secuencias más llamativas de la segunda temporada de Jack Ryan, serie de Amazon Prime Video basada en el célebre personaje creado por Tom Clancy.


La trama usa la intervención militar a Venezuela como telón de fondo para un thriller de espionaje político, relacionado con un complot internacional para el tráfico de armas nucleares. Jack Ryan y otros agentes de la CIA, intentan liberar al pueblo venezolano de las garras opresoras del presidente Nicolás Reyes —léase Nicolás Maduro— que ha cooptado las instituciones, controla a los militares y, ad portas de las elecciones presidenciales, prepara un fraude electoral para perpetuarse en el poder. Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia.

El reparto incluye a John Krasinski, Wendell Pierce, Michael Kelly, Noomi Rapace y la colombiana Cristina Umaña que da vida a Gloria Bonalde, la candidata de oposición que desafía al régimen y emerge como líder esperanzadora, capaz de derrotar en las urnas al gobierno opresor. Con un acento venezolano convincente y un inglés fluido en sus interacciones con los gringos, Umaña confirma su nivel actoral y dota de credibilidad a un personaje que inevitablemente nos recuerda a María Corina Machado. El cast incluye también, otros actores colombianos, aunque en papeles secundarios, como Paula Castaño y John Alexander Toro, entre otros.

En la ficción, Venezuela aparece como un país al borde del colapso y Caracas se parece a Bogotá. Se parece tanto, que es Bogotá. De hecho, la serie se rodó íntegramente en nuestra capital, con esfuerzos de producción para volver el Capitolio Nacional en el Palacio de Miraflores y al Teatro Colón en un lujoso hotel. La razón fue simple: rodar en Venezuela era inviable, así que Amazon Prime Video optó por Bogotá, que no solo ofrecía estabilidad logística sino también talento local.

Lo que me sorprende es que la serie se estrenó en 2019, pero hoy conecta fuertemente con el contexto real que vive el país vecino. Las declaraciones de la Casa Blanca de no descartar una opción militar para terminar con la dictadura de Nicolás Maduro, respaldadas con la presencia de buques de guerra estadounidenses frente a las costas venezolanas, le dan una inquietante vigencia. No sorprende que el ministro de Cultura de Venezuela, Ernesto Villegas, acusara, en su momento, a la serie de ser propaganda de guerra, de reproducir discursos intervencionistas y sugerir acciones reales contra su país, como si Amazon hubiese escrito el guion con asesoría directa del Pentágono.

Me encantó esta temporada de Jack Ryan. La CIA hace lo que mejor sabe hacer —al menos en las películas—: entrometerse en los asuntos internos de los países, derrocar gobiernos con precisión quirúrgica y sin consecuencias diplomáticas. Todo, por supuesto, “justificado” en nombre de la libertad. Y como si se tratara de un capítulo de Los Simpson, la serie parece un vaticinio. En todo caso, la amenaza de intervención estadounidense ya no parece del todo fantasiosa. ¿Será que la segunda temporada de Jack Ryan es una premonición de lo que podría pasar en un futuro no tan lejano? ¿La ficción se adelanta a la historia?

Remate al Arco. En la serie, todo se resuelve en 8 episodios. En la vida real la temporada lleva más de 20 años y aún no sabemos cuándo se verá el capítulo final. Ojalá sea pronto, por el bien del “bravo pueblo” y el nuestro.


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3 comentarios

  1. Si el presidente Trump no agiliza la intervención militar para derrocar al narcoterrorista y dictador Nicolas Maduro, este señor con tal defenderse entregará toda Venezuela a los chinos y rusos para q lo defienda militarmente y se le complica así todo el cuento a los Gringo y la oposición....sería frustrante

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  2. Que EEUU quiera terminar los conflictos entre Rusia y Ucrania, Israel y hamás y que esta inversión no progresará como querían es lo q hace q la agenda se haya adelantado aprox 2 años y ahora estén en nuestros hemisferio y estos resultados si dependen de ellos gracias a Dios.

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