La incapacidad para hacer las cosas bien es el común denominador del presidente y sus ministros. Todo les sale erróneo —excepto el aumento de la burocracia— se nota improvisación y por cuenta del estilo caótico del gobierno, el aparato estatal luce despelotado. No se ve que existan vasos comunicantes entre los ministros del despacho —cada quien anda por su lado— y no se aprecia claridad y oportunidad en sus actuaciones. Como dice mi mamá, todo está manga por hombro.
Un botón de muestra de lo anterior y que evidencia la disfunción estructural del gobierno, es la pérdida de la sede de los juegos Panamericanos 2027, hecho que tiene indignado no solo al país deportivo si no a todo Colombia. Perdimos los juegos sin jugarlos. Quedamos como un país que no es serio y que poco o nada le importa cumplir con los compromisos adquiridos. Una vergüenza internacional que tiene su origen en la desidia administrativa del gobierno.
Hay otra lectura sobre lo sucedido, con base en las declaraciones de la anterior ministra del Deporte, María Isabel Urrutia, que en su momento manifestó: “…la nación tendría que aportar más de 5 millones de dólares y los juegos no se realizarían en nuestra administración”. Esto hace pensar que no había un real interés por parte del gobierno en hacer los juegos y menos aún, cuando Alex Char ganó la alcaldía de Barranquilla, con quien el petrismo mantiene animadversión política. Además, Urrutia también comentó que al presidente le parecía mucho el dinero que demandaba el certamen deportivo; lo cual resulta paradójico, si tenemos en cuenta que era casi el mismo monto que han costado sus viajes, pues Petro es el presidente más viajero de la historia de Colombia.
Si fue por la torpe gestión del gobierno o por mezquindad, lo cierto es que se perdió la sede de los Panamericanos y con ello la oportunidad de tener una vitrina que nos diera visibilidad internacional, de mejorar la infraestructura deportiva y de obtener beneficios económicos para Barranquilla y para el país, que según los expertos triplicarían la inversión realizada. Allende de lo anterior, Barranquilla podría perder los 2.2 millones de dólares que le adelantó a Panam Sports, organizadora de los juegos. Dado que el retiro definitivo de Colombia como sede, fue consecuencia de su incumplimiento en los pagos estipulados contractualmente, creo que no se recuperará el anticipo entregado. Es como perder las arras de un negocio cuando una de las partes incumple un pago en la fecha fijada en el contrato.
Una vez Panam Sports confirmó lo que se veía venir y teniendo en cuenta que la Contraloría ya inició investigaciones sobre el particular, me imagino que el país presenciará un largo partido de ping-pong con las culpas. El presidente tomará distancia de algunos de sus ministros para evadir cualquier responsabilidad; estos, a su vez, se culparán entre sí e intentarán echarle el agua sucia al exalcalde Jaime Pumarejo. De hecho, Petro, de entrada, culpó a su antecesor, Iván Duque, por un primer incumplimiento durante su gobierno. Es probable que así hubiese sido. De todas formas, si eso pasó, este gobierno tuvo tiempo de sobra para ponerse al día con los pagos.
Al dejar escapar los Panamericanos, el presidente le falló al país, a Barranquilla —en donde barrió en las pasadas elecciones presidenciales— y especialmente, a los deportistas que perdieron la oportunidad —probablemente única en su vida— de competir en un certamen de ese nivel en su propia tierra. El gobierno sigue dando mucho de qué hablar por sus pifias. Va de descache en descache cuando no es de escándalo en escándalo.
A Petro no lo va a tumbar la Fiscalía, las Cortes o la oposición, como dice. El solito, con la ayuda de su familia y su círculo cercano, está haciendo todo para caerse. Desde hace rato camina por la cornisa y como siga así, caerá al vacío y sin paracaídas. Lo triste es que si eso pasa podemos quedar en peores manos.
Remate al Arco. ¿Con que cara volveremos a pedir una sede para Colombia de algún evento deportivo de alto nivel y de talla internacional? Creo que solo podremos aspirar a ser sede de un torneo de yax.
Hola Jorge, es verdad, todo fue un cóctel de de equivocaciones, decidía, mezquindad, ineptitud, ceguera deportiva, administrativa y de visión turística, en fin, más de lo mismo de este desastroso régimen.
ResponderBorrarColumna objetiva y con critero logico de lo que paso y es el gobierno desastrozo de Petro
ResponderBorrarAsí es Jorge, que verguenza para el Pais tanto a nivelnde Suramérica como Internacional el haber dejado perder los Juegos Panamericanos; eso demuestra que Petro quiere sólo hacer sus políticas sin mirar compromisos adquiridos o vigencias futuras y por eso variis inversionistas extranjeros ya no quieren invertir en Colombia. Nos queda.seguur Orando para que estos 2 años largos que quedan pasen rápido, y como dijiste ojalá no se caiga éste Gobierno porque quedar en manos de Francia M. Va a ser peor. Un fuerte abrazo
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