Desde que supe de su existencia, por allá en 1979, me volví su fan incondicional. Su talento desbordado, su originalidad y su estilo único me cautivaron por completo desde el primer momento. Estoy hablando de Les Luthiers, la agrupación argentina de humor musical que después de 55 años de fundada anunció su retiro.
Recuerdo nítidamente la primera vez que los vi en vivo. Fue en épocas de la universidad, corría el año 1982. Asistí al Teatro Colón de Bogotá con mi amigo Isidro Murillo con quien aún comparto la devoción y admiración por el grupo. Las localidades que compramos quedaban lejos del escenario (no había presupuesto para una mejor ubicación), pero eso no nos impidió disfrutar del derroche de ingenio en cada uno de sus sketches. Como fue el común denominador a lo largo de su historia, la desternillante presentación estuvo cargada de humor refinado, juego de palabras, salidas tan brillantes como hilarantes y música impecablemente interpretada con instrumentos fabricados por el colectivo mismo, como el Gom-horn Da Testa, el Lirodoro (lira más inodoro), el Latín (violín de lata) o el Bass-pipe a Vara. Fue una velada inolvidable y para mí, la que vi esa noche, fue su formación ideal con seis integrantes: Carlos Núñez Cortés, Marcos Mundstock, Carlos López Puccio, Daniel Rabinovich, Jorge Maronna y Ernesto Acher. Con el retiro de éste último, en 1986, el conjunto se redujo a cinco y así se mantuvo por cerca de tres décadas.
Por esos años, compré la colección Tutti Luthiers, conformada por ocho discos long play que recogen su producción hasta agosto de 1983. De tanto oírlos llegué a memorizar parlamentos completos de algunos de sus números. No sé cómo no se rayaron los vinilos con su excesiva reproducción. De esta colección, destaco La Cantata del Adelantado Don Rodrigo Díaz de Carreras —el enigmático conquistador que rebautizó a nuestro país con el nombre de “Rodrigombia”— La Payada de la Vaca, El Asesino Misterioso, Cantata de la Planificación Familiar, Visita a la Universidad de Wildstone y el Teorema de Thales, que es el culmen de la creatividad. Aún conservo esos discos junto con varios CD que compré posteriormente y 14 DVD de los 16 que hay en el mercado (hoy en día, la mayoría de su reportorio se encuentra en YouTube, incluidos imperdibles como La Comisión, Radio Tertulia y Entreteniciencia Familiar). Además, tengo su libro biográfico (Les Luthiers de la L a la S), dedicado y firmado por su autor, Daniel Samper Pizano.
El conjunto de instrumentos informales, como ellos se autodenominan, ganó el premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades en 2017. También obtuvo, en 2011, el Grammy Latino a la excelencia musical y muchos otros reconocimientos internacionales. El nombre Les Luthiers, acuñado por Jorge Maronna, proviene del francés y significa “constructor de instrumentos musicales”. Haciendo honor a su nombre, el grupo inventó más de 30 instrumentos con los que compuso más de 170 canciones
En los últimos años, sin Daniel y Marcos (los dos integrantes más destacados en el escenario), fallecidos en 2014 y 2020 respectivamente, y sin Carlitos Núñez, el gran pianista que se retiró voluntariamente en 2017, la agrupación tuvo que arreglárselas para mantener su nivel. Maronna y López, los históricos sobrevivientes, supieron recomponer el colectivo y con el fichaje de artistas estupendos (Roberto Antier, Tomás Mayer-Wolf, Martín O’Connor y Horacio “Tato” Turano), preservaron la calidad del espectáculo y volvieron a ser seis miembros. Nunca entendí el por qué el conjunto no agrupó de nuevo a siete luthiers, como en sus inicios, cuando alineaba Gerardo Masana, su fundador, fallecido en 1973.
He seguido con fervor sus obras y asistido, con muy pocas excepciones, a todas sus presentaciones en Bogotá. La última de ellas, a la que tuve la fortuna de asistir, fue la del pasado jueves en el Movistar Arena, gracias a la gentil invitación de Dennys, mi mujer. Más tropiezos de Mastropiero, su última obra, estuvo a la altura de los anteriores. Por primera vez pusieron en escena a Johan Sebastian Mastropiero, el célebre compositor ficticio creado por la agrupación para atribuirle la autoría de las piezas musicales. Fue un corolario magistral de su genialidad.
Les Luthiers llegó a la cúspide con un humor sano e inteligente poco valorado en nuestro medio en donde campea el chiste vulgar y el apunte ramplón. Nunca acudió a la chabacanería o al mal gusto para buscar la risa fácil y el respeto por la audiencia fue su constante. Su arte es atemporal lo cual ha permitido que sus sketches hayan sido disfrutados por varias generaciones.
Aunque era de esperarse, recibí con hondo pesar la noticia de que Les Luthiers colgaba el esmoquin para siempre. Por fortuna nos quedan sus videos y audios, pero nada como verlos en vivo. El sonoro y prolongado aplauso que les dimos, al final de la función de despedida, no solo fue por lo que acabábamos de presenciar sino como agradecimiento por todo los años en los que nos alegraron la vida.
Remate al Arco: Dejo algunas frases célebres de Les Luthiers, “fueeeeera” de programa:
- Todo tiempo pasado fue anterior.
- Errar es humano, pero echarle la culpa a otro es más humano todavía.
- De cada diez personas que ven televisión, cinco, son la mitad.
- El que nace pobre y feo tiene grandes posibilidades de que al crecer se le desarrollen ambas condiciones.
- Evite accidentes. Hágalo a propósito.
- Lo importante es el dinero. La salud va y viene.
- El que es capaz de sonreír cuando todo le está saliendo mal es porque ya tiene pensado a quién echarle la culpa.
- Esto que acabamos de escuchar no solamente es verídico, sino que además es cierto.
- Hay dos palabras que te abrirán muchas puertas: hale y empuje.

Culto. No en el sentido de educado o intelectual. En el otro sentido. Mi culto por la obra de Les Luthiers es inenarrable. Desde esa primera vez que los vi en tv por alla en 1979 como dice mi amigo Jorge quede atrapado. En aquellos tiempos sin la technologia actual siempre pendiente de sus venidas a Colombia. Siempre en una peregrinacion permanente para ir a verlos al Teatro Colon, Teatro Libre y Palacio de los Deportes. Muchas obras inolvidables como las ya mencionadas y otras mas como el Sendero de Warren Sanchez, Vote a Ortega, A la Playa con Mariana, El Explicao en fin la lista es muy larga. Cada integrate genial a su manera y depronto aisladamente seria raro verlos y apreciarlos.. pero la suma de todos sus talentos no tiene igual. Nunca me he reido tanto en un show como en esa primera vez en el Teatro Colon con Mastropiero que Nunca. Nunca he disfrutado shows o conciertos de comienzo a fin como ha sido mi experiencia con los espectaculos de Les Luthiers. Se cierra el telon. Fuera de programa... "Abri mas la caliente".
ResponderBorrarMe parece que omitiste Las Majas del Bergantin, que creo es una de tus favoritas. Como bien lo anotas, la lista es larga. Agrego un par más: La Bella y Graciosa Moza y el bolero Perdónala.
ResponderBorrarDesafortunadamente nunca tuve la oportunidad de verlos en vivo, Genios por siempre!!!
ResponderBorrarJorgente felicito por tan buena biografía de éste grupo. La verdad si me agrada pero no mucho, sólo los.vi cuando se presentaban en televisión y una vez un especial de ellos que dieron un sábado. Me hiciste acodar de un amigo del Ministerio de.Obras quien también es fanático de.éste Grupo y sin duda tendran mucho de que hablar si se conocen. Saludos
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