Graduación Exprés

 



Viendo en retrospectiva las universidades en donde me formé profesionalmente, estoy convencido que me equivoqué al escogerlas. El pregrado lo cursé en la Universidad Jorge Tadeo Lozano y los estudios de posgrado en Los Andes. Mala decisión. Debí haber estudiado en la Fundación de Educación Superior San José.


En los 80, la carrera de Contaduría Pública en la Tadeo tenía una duración de ocho semestres, aunque yo tardé diez en graduarme (estaba un poco amañado con la vida universitaria). En cambio, si hubiera estudiado en la Fundación San José, habría terminado en la cuarta parte del tiempo. Prueba de la moderna y avanzada metodología de educación implementada por esta institución, es el grado que le otorgó a Juliana Guerrero como Contadora Pública, en tan solo cuatro cuatrimestres. Ni siquiera alcanzó a conocer bien sus instalaciones.

Además, la San José tuvo la gentileza de no exigirle la prueba estatal Saber Pro. Al burlarse este requisito legal para conferir el título profesional, la Fundación da un gran ejemplo de lucha antitrámites y de su compromiso con la eliminación de barreras. En busca de favorecer a sus estudiantes, permite que se gradúen sin mayores trabas. Prácticamente, solo basta que el alumno levante la mano para que le encajen el diploma bajo el brazo. Prácticas como esta —habituales dentro de la institución, pues no es caso único— deberían ser emuladas por las demás universidades de nuestro país.

No sé si esta bella institución educativa tiene programas de posgrado. De tenerlos, me imagino que deben hacerse en un par de semanas.

Pasando a Juliana y dejando de lado su hazaña académica, no está de más recordar que salió del Ministerio de Interior en medio de un escándalo por el uso indebido de un helicóptero de la Policía Nacional para unos viajes entre Bogotá y Valledupar, con su hermana Verónica. El ministro de esa cartera, Armando Benedetti, aseguró, en su momento, que se trataba de una misión secreta y de seguridad nacional. Tan secreta, que las hermanitas Guerrero subieron un Tik Tok en donde, en medio de risas, muestran el interior de la aeronave.

El episodio no frenó su carrera meteórica. Al contrario, como premio el presidente la designó Viceministra de Juventudes del Ministerio de la Igualdad. Sin embargo, con el ruido de la legalidad de su título —destapado por la juiciosa representante Jennifer Pedraza— no ha podido ratificar su nombramiento. Sea como sea y a pesar de no haberse posesionado, Juliana sigue teniendo poder en distintas entidades del gobierno y aún es la delegada oficial del presidente en la Universidad Popular del Cesar. Porque cuando el perfil profesional flaquea, el respaldo político lo suple.

Ella misma aseguró que en noviembre presentará las pruebas Saber Pro y que, de todas maneras, será nombrada como viceministra. Quizá sabe que se alista un decreto para flexibilizar los requisitos, lo cual sería un lindo y noble gesto del presidente que da cuenta de su grandeza. Con ello, Petro demostrará, una vez más, que la cercanía personal o ideológica vale más que el mérito.

¿Qué pensarán los miles de estudiantes colombianos que se queman las pestañas, dedican años de esfuerzo y dinero para obtener un título legítimo con la esperanza de que se les abran oportunidades? Probablemente, están averiguando si la Fundación San José tiene matrículas abiertas.

Remate al arco. A juzgar por su cabellera, no puedo decir que a Juliana Guerrero “le hace falta pelo pa’l moño”, pero sí la tarjeta profesional para ejercer como contadora. De todas formas, como van las cosas, sospecho que el Gobierno le valdrá la tarjeta bancaria o, al menos, la tarjeta de Transmilenio.



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4 comentarios

  1. Hola Jorge, buena radiografía sobre la decadencia moral en los diferentes ambientes de la sociedad, en donde se premia al que con poder de cualquier tipo logra sus objetivos, por sobre aquel, que lo supera en capacidad, sacrificio e idoneidad. Y es que este caso es muy similar al del personaje famoso de la farsandula que se aprovecha de una ley promulgada por un gobierno con ideologia contrario a su pensamiento y criticado por Ella, en donde además miente en la estratificacion para así sacar provecho económico y así burlarse de los Colombianos que realmente merecen ese beneficio educativo. Para terminar, con un poco de sátira, rememorando a David Sánchez Juliao (R.I.P) podríamos agregar, que la susodicha, realizó sus estudios de secundaria, en el colegio superior y Departamental de bachillerato y carreras intermedias Lacides C Versal.

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  2. Hola Bladi
    Tuve la oportunidad de conocer el Lácides C. Bersal, en Lorica, hace más de 30 años. "Tronco de nombre para tres salones..."
    PD. Tampoco ahora, me gusta La Mencha

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  3. Jajaja. Esta noche leo con detenimiento con un buen vino o un café ☕. Esa ironía fina me encanta.

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  4. David Sánchez Julio, maravilloso costumbrista

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